Li-Fi es la tecnología de transmisión inalámbrica de datos.
Aunque poco se sabe de ella, lleva desarrollándose desde 2011 y hoy en día su evolución ha avanzado enormemente.
Se basa en utilizar la luz visible para transferir datos (información) a los dispositivos, actualmente solo a corto alcance (unos pocos metros).
Este proyecto, dirigido por los investigadores de la Universidad de Edinburgo, cuenta con una inversión de 7 millones de euros, para poder hacer funcionar Li-Fi en un entorno real. En sus inicios comenzo siendo un conjunto de 3 LED RGB como emisor, y un receptor que identificaba esos colores, el patrón y duración.
Con ello consiguieron una transferencia de hasta 155 Mbps.
Actualmente el proyecto Li-Fi sigue en curso y se prevee llegar hasta los 4 Gbps.
En un futuro tienen pensado conseguir los 15 Gbps, en sucesivas iteraciones, hasta que vayan optimizando el hablado emisor (varios LED) y la parte receptora (un sensor fotosensible de 3×3 milímetros). Así mismo también tienen previsto aumentar la distancia de funcionamientos (hoy en día se encuentra en unos 10 metros).
Esto será una alternativa a la Wi-Fi tradicional y con la que actualmente trabajamos.